El dióxido de titanio, también conocido como óxido de titanio (IV), es un compuesto inorgánico que se presenta en forma de un polvo blanco y brillante. Se utiliza en una variedad de aplicaciones industriales y comerciales debido a sus propiedades físicas y químicas únicas.
En la industria alimentaria, el dióxido de titanio se utiliza como aditivo alimentario (E171) y es comúnmente conocido por su capacidad para proporcionar un color blanco y opaco a los productos alimenticios. Se utiliza en una amplia gama de productos, incluyendo alimentos procesados, dulces, helados, lácteos, productos de panadería, salsas y en productos cárnicos.
Es un producto muy estable y perfecto para su uso en la fabricación de alimentos, como enturbiante, agente texturizante, blanqueador y para dar opacidad, también altamente utilizado en otras industrias, como Farmacéutica y Cosmética para dar textura, blancura y absorción UV.
El dióxido de titanio se utiliza en productos cárnicos para varios propósitos:
1. Mejora de la apariencia: Se utiliza para proporcionar un color blanco brillante y opaco a ciertos productos cárnicos, como salchichas, mortadela y otros embutidos.
2. Opacificante: Actúa como un opacificante al dispersar la luz en la superficie del producto, lo que ayuda a ocultar posibles variaciones de color y a mejorar la apariencia visual del producto final.
3. Estabilizador: Ayuda a mejorar la estabilidad del color y la textura de ciertos productos cárnicos durante el almacenamiento, ayudando a mantener su aspecto fresco y atractivo.